lunes, 31 de diciembre de 2007

Moteros

Artículo publicado en vistazoalaprensa.com en agosto de 2007


Uno se cree que por el mero hecho de pertenecer a un colectivo puede dar respuestas a cuantas preguntas se le formulen respecto a dicho colectivo y resulta que, algunas veces, los que ven el tema desde fuera gozan de una perspectiva más amplia y se hacen preguntas respecto a ese grupo que los integrantes del mismo ni se plantean.

Y así me ocurría esta misma mañana mientras mantenía una larga conversación telefónica con mi querido y admirado vecino de página, Juan Urrutia, en la que me planteaba una pregunta sobre moteros que un servidor no ha sabido responder. Me van a permitir mis queridos reincidentes que no le desvele la pregunta hasta dentro de unos párrafos, margen que ruego me concedan para intentar introducirlos en el mundillo de las motos y los moteros.

Y es que un servidor se declara un motero irredento. Menos motero de lo que él quisiera, pues sus obligaciones no le permiten dedicarle a viajar en moto todo el tiempo que desearía, pero motero al fin y al cabo.

Es más que probable que a aquéllos de mis queridos reincidentes que no sean moteros les resulte difícil comprender lo que se llega a disfrutar de la moto como compañera de viaje, las sensaciones que se viven sobre una motocicleta –y no me estoy refiriendo a la velocidad, que puede disfrutarse plenamente de la moto siendo respetuoso con las normas de tráfico- sensaciones que, por intensas, no soy capaz de describirles sino es a base de experiencias que intentaré introducirles en el relato de la manera menos plúmbea de la que sea uno capaz a estas alturas del verano, teniendo en cuenta que servidor todavía no ha disfrutado de sus merecidísimas vacaciones. En honor a la verdad, cuando este artículo vea la luz quien les escribe estará en el quinto pino y con el móvil “fuera de cobertura o apagado”.

Aunque uno empieza a ser motero mucho antes de tener motocicleta, y eso se hace devorando las revistas de motos cuando se es todavía un adolescente y anhelando que llegue el día en la que pueda conseguir la moto de sus sueños –una Bultaco Streaker en el caso de un servidor, hace ya unas cuantas décadas- en la mayoría de ocasiones uno no puede ejercer de motero con todas las de la ley hasta que goza de cierta independencia económica. Recuerda un servidor de su época de estudiante un Vespino GL rojo con el que se estrenó en el “mundo del motor”, con el que, en espera de mejores épocas y más largas rutas, “viajaba” desde su domicilio hasta el Instituto cada día.

El acceso al mundo laboral, a mediados de los ochenta, le permitió a quien les escribe acceder a una viejísima Montesa Impala del 62, casi, casi, una moto de las grandes, que le servía a un servidor para ir al trabajo, acudir a clase por las tardes y aventurarse a alguna que otra excursión de fin de semana. En su fuero interno, quien les escribe ya sentía motero, con un cacharro que era una antigualla y cuya bujía hacía la perla cada dos por tres, pero un motero, con su casco integral, su “Barbour” y su carné de “moto grande” en el bolsillo.

Y cuando por fin aquel motero consiguió trabajar de lo que deseaba y disponía de un sueldo con el que se hubiese podido permitir ser un motero con moto decente, el bebé, la primera hipoteca –y las consiguientes horas extras- y todas esas responsabilidades con las que los jóvenes entrábamos de sopetón en el mundo real, dejaron al joven motero sin tiempo ni ocasión para disfrutar de la moto, y como solución intermedia adquirió su primera Vespa, que le mataba el gusanillo de ir sobre dos ruedas, quedando relegada la moto a mero medio de transporte con el que desplazarse hasta el trabajo y, excepcionalmente, llevar a cabo alguna que otra excursioncilla. Al cabo de dos Vespas, y con el bebé ya crecidito, uno se cruza una tarde con una preciosa Yamaha de 600 c.c. –mi penúltima moto- y se enamora. Y es aquí, mis queridos reincidentes, cuando a los cuarenta se convierte uno, por fin, en motero y conoce de primera mano todas esas sensaciones que todavía no sé cómo explicarles. Sólo decirles que alguna vez que casualmente me he cruzado a mi ex, (mi ex moto, por supuesto) con la que fui tan feliz, aun y teniendo ahora una moto mejor y mucho más potente, siento celos de su actual propietario. Y me dan ganas de cantarle lo que Julio Iglesias a la Preysler, “Lo mejor de tu vida, me lo he llevado yo…”.

Un servidor tiene la teoría de que la felicidad completa no existe. La felicidad se compone de esas pequeñas –o grandes- cosas, que le permiten a uno ser feliz un instante. El secreto para ser feliz reside en saber encadenar el máximo de instantes felices posibles. Pues créanme que encima de una moto, con la carretera por delante y un destino cierto o incierto, un servidor se siente feliz, y esa sensación la compartimos todos los que nos gusta la moto. La moto, además de para llevarnos al trabajo y de utilizarla para hacer los recados en el centro donde es un suplicio circular e imposible estacionar cuando se va en coche, sirve también para ser feliz. Aunque algunas veces tanta felicidad pueda ocasionar algún que otro problemilla doméstico como el que a continuación les relato y que es tan real como la vida misma.

Tarde de verano en la que uno disfruta de unos días adicionales de vacaciones mientras el resto de la familia ya se ha incorporado a sus obligaciones. Suena el móvil y quien les escribe responde. El número que aparece en la pantallita es el del trabajo de la cónyuge de un servidor:

-¿Sí?

- Oye, que a ver si te puedes pasar por Mercadona, que me acabo de acordar que no tengo crema de manos.

- ¿Y no puede ser de otro sitio?

- No. Me gusta la de Mercadona. Es un bote redondo de color rosadito.

- Ya, si sé cual es, pero… ¿no te da igual otra marca?

- Que no, “pesao”. Que me gusta ésa.

- Es que… igual no me da tiempo a llegar.

-¿Qué no te da tiempo? Pero si son las cinco de la tarde. ¿Dónde estás?

- En la Plaza del Pilar.

- ¿En la Plaza del Pilar? ¿En qué Plaza del Pilar?

- En qué Plaza del Pilar va a ser. En la Plaza del Pilar de Zaragoza.

- ¿En Zaragoooozaaaaaaa? ¿Y qué co(piiiiiip) haces tú en Zaragozaaaa?

- Pues he venido a tomarme un cafetito, dando una vueltecilla en moto.

- ¿Una vueltecillaaaa? ¿Hasta Zaragozaaaaaa? Estás loco “perdío”, ¿eh?

- Mujer, no hay para tanto. Ida y vuelta son 500 kilómetros. ¿Qué son 500 kilómetros comparados con la inmensidad del universo?

- Bueno, deja lo de la crema de manos. Ten cuidado y no corras.

- No, no. Probablemente me dé tiempo. Son sólo dos horas y media de camino.
Tres a lo sumo.

- Anda, quita, quita…

Y es aquí cuando más de un reincidente despejará sus dudas –si es que albergaba alguna- de que quien les escribe está loco de atar, a menos que sea usted motero, en cuyo caso me comprenderá perfectamente. Así, un servidor, como lo hace cualquier motero, se suele dar el gustazo de aprovechar una tarde de fiesta para tomarse un café a muchísimos kilómetros de su casa, metiéndose entre pecho y espalda cinco o seis horas de moto por el puro placer de conducir, solo o acompañado de amiguetes moteros. ¿A alguien se le ocurre coger el coche y pegarse 500 kilómetros para tomar un café? No. ¿Por qué? Pues porque nada tiene que ver el coche con la moto. Esa sensación de libertad, circulando con el casco abierto, el aire en la cara por esas carreteras de montaña bailando sobre las curvas, el placer de percibir mil aromas que en coche ni se aprecian… Han de vivirlo para hacerse una ligera idea.

Y no quiero dejar pasar la oportunidad de desmontarles el tópico de que los moteros somos unos gamberros motorizados que nos pasamos la Ley de Seguridad Vial por el forro. Es evidente que en cualquier colectivo, como en botica, hay de todo, y que un solo gamberro motorizado –que no motero- haciendo el cabrito –quitándole años- y adelantando a todo lo que se mueve como si circulara por un circuito es visto por ciento y la madre -además, su vestimenta suele ser llamativa y espectacular-, pero las estadísticas demuestran que los moteros son, al menos, tan decentes como el resto de conductores y suelen estar implicados, porcentualmente, en menos accidentes. Por algo será.

Y llegados a este punto, y esperando que el tostón precedente no les haya hecho abandonar justo cuando viene el intríngulis de esta columna, les desvelo la pregunta que me hacía el amigo Urrutia y que decía tal que así:

- Oye, tú que eres motero. Tengo curiosidad por saber una cosa que me intriga. ¿Por qué los moteros os lleváis tan bien entre vosotros, que os saludáis cuando os cruzáis por la carretera sin conoceros, que charláis cuando os encontráis en un semáforo aunque no os hayáis visto en vuestra vida, mientras que los conductores de coche nos odiamos tanto entre nosotros?

Y tiene razón Urrutia. Cuando dos motoristas se cruzan por la carretera siempre se saludan haciendo la señal de la victoria con los dedos de la mano izquierda, o sacando el pie del estribo si las circunstancias aconsejan no soltar el manillar. Cuando un motorista circula en coche –a veces es inevitable circular enlatado- y ve un motorista detrás de él en una zona con línea continua, se orilla para cederle paso mientras le muestra por la ventanilla los dedos en “uve”. El motorista, que ha identificado a un motero con menos suerte que él –ese día circula en coche- sacará su pie derecho del estribo al pasar, saludándolo. No verá usted jamás a un motero averiado en el arcén, sin que se pare el primer motorista que pase por allí. ¿Por qué ese buen rollo? Pues esta mañana le respondía al amigo Urrutia con un “ni idea, socio”. Porque la verdad es que jamás me había planteado el porqué de tanto buen rollo entre motoristas, cuando ocurre todo lo contrario entre conductores de coche. Que como se despiste uno un segundo al cambiar el semáforo a verde y no salga de forma inmediata, se gana el pobre una pitada monumental.

Y así lleva uno toda la tarde buscando motivos. Buscando el porqué de esa camaradería que nos une a todos sin distinción de país, raza, sexo, creencias, tipo de moto o –como escribía Urrutia en su artículo de la semana anterior- grado de alopecia. Y la verdad es que sólo se le ocurre una cosa y que casa con lo que les comentaba unos párrafos más arriba.

En moto se es feliz. Y cuando uno se siente feliz es mucho más amigable. Es por lo que les recomiendo, mis queridos reincidentes, que sean ustedes moteros aunque no tengan moto. Especialmente cuando circulen en coche. Verán qué diferencia.

Saludos en uve a todos los moteros.

60 comentarios:

Josep M. Borés dijo...

La has clavado.
V's de Josep M. y Manoli, dos moteros de Solsona

Miquelet dijo...

Gracias, pareja. Estamos bastante cerquita. Quién sabe si alguna vez nos hemos hecho ráfagas por esas carreteras. uVes

Anónimo dijo...

Me ha encantado. lo he leido en un foro de moteros.

Con tu permiso lo publico en mi página (por supuesto haciendo referencia a ti)

www.druidacelta.net

Unknown dijo...

Es que somos así de majos ;)

Saludos.
Vssssssssssss desde Valencia.

Anónimo dijo...

Pues lo has clavado al 100%. Disfrutamos conduciendo y conducimos disfrutando.
Un saludo a tod@s.

Miquelet dijo...

Muchísimas gracias a todos, queridos colegas moteros, por vuestros amables comentarios. Y por supuesto que agradezco que difundáis mis artículos . uVes y ráfagas a todos/as

Anónimo dijo...

muy buen artículo, si señor. enhorabuena de un motorista sevillano!

un unico pero, la peña cada vez se para menos y saluda aun menos. esperemos que pase esta "moda motera" para algunos y quedemos los irredentos

v´sssssssss compañero

Anónimo dijo...

Yo creo que hay mucho nuevo usuario de moto que se pillan una 125 de cuatro tiempos aprovechando que les regalan el carné, y salen a la carretera sin saber de qué va el rollo. Tenemos que hacer pedagogía con ellos y ayudarles a convertirse en moteros con todas las de la ley. v'ssssssss

Anónimo dijo...

Has dicho una verdad, como un templo....y así es, amigo motero.

Anónimo dijo...

Siento discrepar con Vstrom, soy un "convalidado" y aunque tengo un ciclomotor desde los 15, y tengo mi 125cc desde hace 2 años, siempre me he sentido motero, pobre pero motero, si me dejaba tirado mi scooter se paraba otro motero a ayudarme, si podia me escapaba a alguna concentracion cercana, y gracias a la convalidacion ahora disfruto de una 125 y amplío mi radio de accion, pertenezco a un club y ahora me devuelven los saludos en V, además me he sacado el carnet A y por hacer piruetas en un circuito no me considero mas motero que cualquier convalidado con 40000 km en su 125. Lo que quiero decir que ser motero no depende de carnets o cilindradas, hay mucho capullo con 1000cc y haciendote la pirula para demostrar su "potencia". Un saludo de un "convalidado" con el A. Vsss

Anónimo dijo...

D. Miguel, magnifica reflexión.

Vssss de un colega de Málaga para todos aquellos que disfrutan siempre de una buena ruta.

Anónimo dijo...

Me ha encantado el artículo, nunca olvidaré mi primera salida en moto, ya que mientras leía la ilusión que trasmitías en tus párrafos me venía a la mente ese día.

Es cierto que el colectivo de la moto es el de los "moteros" pero los enlatados no tienen colectivo? :P

Creo que tu conclusión es la más acertada, en moto uno es feliz, y aunque todavía no he hecho 500km para un cafe si he llegado a 300km para tomar un cafe y para casa, por el mero placer como bien dices de conducir.

El coche es más obligación/necesidad que placer, por lo contrario la moto es más placer/necesidad que obligación

Vs compañero, cuando quieras nos tomamos un café donde tu digas :-) y entonces comenzaremos a promover las KDD del café.

Anónimo dijo...

Si no me equivoco el fondo de la foto es la torre Mapfre de Barcelona, sin duda habremos cruzado un "v'sss" alguna vez,y eso me enorgullece siendo y sintiendome motero, y sabiendo que esté donde esté, es agradable saber que hay algun compañero dispuesto a ayudar en caso de necesidad. Saludos a todos los moteros V'ssssss. Fernando(barcelona)

Anónimo dijo...

Que razon tienes. Me siento como tu y me encanta la moto, pero por circunstancias, (2 crios que adoro)no puedo hacer las salidas que me gustaria con los amigetes de mi club de Gipuzkoa (megasgipuzkoa)y suelo hacer alguna larga escapada cuando las circunstancias me lo permiten. Gracias por expresar tan bien, lo que tantos sentimos
Vsssss, un motero

Miquelet dijo...

Muchísimas gracias a todos los colegas moteros que os habéis tomado la molestia de comentar el artículo. Ojalá que alguno de vosotros se convierta en reincidente habitual de este columnista motero.

Y respecto a lo que comenta anónimo, efectivamente, son las torres Mapfre y probablemente hayamos cruzado uves. Circulo con una preciosa Vstrom negra mate.

Un abrazo a todos y gracias a Lean, otro motero irredento, que colgó este artículo en diversos foros moteros lo que ha permitido que nos encontremos en esta página.

Más Uves

Anónimo dijo...

Muy bueno! Le daré a leer tu artículo a mi novia para que no me digas mas veces: "...no sé que le veis a coger la moto y hacer 400 km en una mañana para no ir a ningún sitio en concreto..."

Yo soy también de los que me he metido 320 km de buenas a primeras para comerme un helado. Evidentemente no buscaba un helado...

El que no lo siente no lo entiende.

V´s desde Puerto Real.

Anónimo dijo...

De motero a motero, gracias por tu artículo.
Vsssssssssssaludos para todos.

Anónimo dijo...

Un compañero ha colgado un enlace con tu blog, y la verdad, me he visto tan retratado tanto a mi mismo como a mis amigos moteros que cada vez me alegro mas de haberme implicado en este mundo "de locos".

En mi caso la llegada a las cilindradas "grandes" se debió a una separación matrimonial. Usaba a diario una scooter de empresa. Ya libre puedo disfrutar de la moto sin remordimientos ni reproches.

Muy poca gente comprende que muchos después de haber tenido accidentes, incluso graves, sigamos subiéndonos en motos. A muchos familiares, amigos, etc. cuando me han preguntado, por honradez siempre les he avisado de lo bueno y de lo malo: Ningún día en moto sin su correspondiente susto.

Pero aquí estoy, luchando por no desprenderme de mi Venox, que con 250 cc y 27 caballos me ha llevado hasta los confines de España, casi 1900 kilómetros por ejemplo en 4 días, conociendo en persona a una gente muy especial.

Parte de la gente con la que por cierto voy a reunirme el martes para celebrar que un amigo viene a trabajar aquí cerca, y el próximo fin de semana iremos a Burgos a comernos una olla podrida juntos desde diferentes puntos de España. Yo iré con mi V-Strom negra mate desde Alcalá de Henares.

¿Hay algo igual fuera del mundo de las motos?

Podrá ser parecido, pero no igual.

Excutero.

Anónimo dijo...

Me he sentido muy identificado con tu relato, y tambien un poco emocionado.
Yo tampoco se porque nos saludamos, pero al fin y al cabo que mas da!! Somos moteros.

Unknown dijo...

Muy buen artículo. Muy fiel a la verdad.
Ráfagas desde Sevilla.

Anónimo dijo...

Gran escrito Miguel. Me he sentido identificado en todo y me ha llegado al corazón. Donde estará esa ex ( en mi caso una derbi variant) que tantos buenos "paseos" me dio en mi juventud por las calles de Barcelona y que hizo crecer en mí el amor a esto de las motos. Ahora con mi 600 cc disfruto de la carretera, los amigos y de este magnífico colectivo. Hay días que hasta me emociono cuando veo pasar a un grupo de moteros y nos saludamos.
Sí parece sólo un saludo pero es algo más.


V´sssssssss


.

Anónimo dijo...

Enhorabuena por el articulo, es buenisomo y lleno de verdades ;)

Anónimo dijo...

Un placer leer tu artículo.

Un gran abrazo desde Murcia y a seguir disfrutando de la carretera.

Intentaré seguir tus artículos, me ha gustado mucho.

Unknown dijo...

Me ha encantado! Hay que ver lo que aumenta el pecho de un motero mientras conduce intentando dar cabida a tanta felicidad y tan gratos sentimientos vividos...

Desde Sevilla... V'sssssssssssssssssssss

Agustín dijo...

Me ha encantado tu artículo. Permíteme que lo enlace en mi blog.

Un saludo de un, por fin, motero a los 36... ;-)

Luis Miguel Muñoz Fragua dijo...

Miguel, reitero la emoción que como otros lectores, han sentido al leer tu columna. Parece ser que los de nuestra generación hemos pasado todos por ahí; Yo afortunadamente las motos no las he vendido, y de vez en cuando me pongo el Barbour ( para mí la garibaldi) aunque llena de agujeros, me hace sentirme mas motero, aunque la verdad yo me siento mas "motociclista" que motero, pues eso se lo reservo a los que llevan R's y custom.

Lo que si me he dado cuenta es que ante se saludaba mas por la carretera; Aunque mi pecho se sigue inflando cuando vé a un grupo de motos por la carretera,y nos saludamos ¿que será lo que tiene?
por cierto yo calzo una 650
Vvesssss y Ráfagas

Diego Zamora dijo...

Eres un monstruo. Lo has descrito con muchísima precisión. Me ha gustado especialmente lo de gamberros motorizados.

Enhorabuena.

Anónimo dijo...

Hola compañeros, me he kdado prendado con el articulo, lo he conocido gracias a un compañero del foro del motoclub almeria y decirte que contigo al 100%, es mas voy a sacar una copia impresa para dejarlo caer por la casa y que lo lean mis padres de casualidad pues m traen de cabeza, y la verdad k a veces los comprendo, es una aficion con tantos buenos momentos k engancha, el problema es k nos cobra muy caros esos grandes momentos, por eso mi respuesta a la pregunta que te hacia tu amigo cuando me la formulan a mi es k aun siendo una aficion que la practiamos porke nos gusta, es muy sufrida y por eso nos unimos tanto, pues sabemos que detras de un motero hay muchas historias muy buenas y muy malas y que no es solo un prenda que sale por ahi a dar una vuelta para vacilar.
Como bien dice un compañero en una de las respuestas, cada dia k salimos en moto nos llevamos un susto y casi siempre por la falta de humanidad de los enlatados.

Rafagas y V´ss compañeros, espero nos veamos pronto por las carreteras, cuando arregle la moto que un inconsciente me dejo siniestra claro esta y yo me recupere.

Anónimo dijo...

Todos los días voy en coche al trabajo, 100 kms, aunque viajo con compañeros le he acabado cogiendo asco al coche y voy de mala leche, eso sí, el día que se tercia, voy con mi Intruder y no solo el paisaje es diferente, sino la propia carretera y la percepción del tiempo, ni decir tiene, el obligado saludo a los moteros que pueda encontarme.
Tienes razón, todos deberíamos ser más moteros, aún sin moto.
Vladimir
RR.PP
Grupo Motero Buitres Leonaos Cáceres.
http://www.buitresleonaos.net/

banditda dijo...

Soy una chica de Valladolid y veo que todos los comentarios son de chicos a las que a vuestras respectivas mujeres os dan la charla cada vez que os vais en moto.

Yo soy motera desde niña, he tenido moto desde los 13 años y mi padre me llevaba a Pingüinos desde los 10 y me subía a hombros para ver el desfile de antorchas que aun hoy me sigue emocionando. Yo le inculqué la pasión por las motos a mi novio, le trataba de convencer de que fueramos a dar una vuelta, de que se comprara moto, me cansé de ir de paquete y me compré mi propia moto...

Hace algunos días me hicieron una entrevista de radio para un reportaje de mujeres moteras, y una de las preguntas fue ¿qué hace una mujer en un mundo de hombres? y le respondí: exactamente lo mismo, me visto igual, soy capaz de conducir las mismas motos que ellos, siento la misma emoción al conducirlas, al saludar a los moteros, en fin, igual que ellos, es decir que se puede ser motera siendo mujer, no es incompatible. Creo que no entendio mi respuesta, pero bueno...

Siento el ladrillo que he escrito, pero tu columna me ha gustado mucho y se merece que una motera escriba algun comentario, muchas gracias y seguid estando orgullosos de ser moteros. V`ssss desde Pucela

Anónimo dijo...

Claro y sencillo como pocos. Y sincero...
Enhorabuena por retratar así de bien el mundo motero.

Saludos desde Valencia

Anónimo dijo...

Amigo Miguel: Y te llamo amigo por que tambien soy motero.
Precioso articulo, que además refleja la realidad de este colectivo. Y como he comentado en el foro donde lo he descubierto, además de motero, escribes muy bien.
Rafagas desde una Triumph.

Anónimo dijo...

También disfruto de la moto como un enano. Cuando el reloj lo permite hasta me tiro por el camino más largo para ir del trabajo a casa.

Sin embargo, el placer del contacto humano, a través de ese saludo (casi me caigo de la moto la primera vez que me lo hicieron), de esa charla fugaz, de las rutas en compañía o las quedadas y concentraciones, me lleva a pensar que igual la moto es sólo una excusa para disfrutar de todo eso.

Una de ráfagas!

Anónimo dijo...

Excelente Artículo Miguel

Muchísimas emociones se sienten encima de una moto algunas de ellas indescriptibles, desde la sensación de libertad hasta el subidón que te da cuando notas que una rueda se va en un paso de cebra recién pintado o mojado (de los cuales intento evitar siempre que puedo.

Yo utilizo mi moto para viajar y para las rutas de domingo, y no es que sea un dominguero sino que durante 6 años iba y venía al trabajo en moto además de trabajar con una de ellas más de 2 años y acabé un poco quemado. Cuando me compré el coche hace unos 4 años vendí la moto (bueno se la quedó mi cuñado) y decidí que la siguiente moto que tuviese tendría que comprarla para disfrutar de ella. Y así fue a los 2 años y medio me compré mi actual moto con la que me he recorrido unos 20.000 Km por España en éste escaso año y medio. Mi próxima salida proyectada es a Toledo a ver a un viejo amigo del instituto del cual volví a saber de él casi 8 años después a través de un foro de moteros -soy de Alicante -.

Y es que las motos son como los paradores, puedes vivir más de 100 vidas con ellas.

Anónimo dijo...

Impresiona comprobar como ese sentimiento que todos/as tenemos dentro, se puede expresar de una forma tan sencilla y tan cercana que hace se pongan los pelos como escarpias.
Las sensaciones encima de cada hierro son muy personales pero el sentimiento común que nos engloba, hace que cada vez más queramos pertenecer y disfrutar de este mundo que no se encuentra dentro de los que conocemos, sino en uno paralelo que solo se ve y se entiende a horcajadas de un chasis.

Saludos y V´ssssssss desde Madrid

Anónimo dijo...

Perfecto!! ráfagas y V's por haber podido describir lo que todos aquellos que nos sabemos moteros sentimos...

Anónimo dijo...

Has conseguido ponerme los pelos como escarpias al leer tu artículo... Bravo!!

Desgraciadamente hace año y medio tuve que relegar mi River 500 a coger polvo en el garaje e ir enlatado (cosa de €€€...) pero cada vez que aparco, la miro y recuerdo lo que figura en el reloj del cuadro "time flies when you are riding" (el tiempo vuela cuando estas montando, para los no doctos en la lengua anglosajona), y me digo "La tengo que repasar, pagarle el seguro y salir a quemar gasolina...".

Bien es cierto que no he perdido el hábito de saludar aún enlatado, y me emociono al ser contestado...gracias amig@s moter@s!!

Y creo que como ladrillo ya esta bien...tan solo despedirme con un VOLVERÉ!!

P.D.:A ver si te puedo devolver la visita y tomarme un café en el Maremagnum. V's de un maño.

Anónimo dijo...

Cojonudo, de veras

con lo de "Soy feliz" lo has clavado. ESA ES LA RAZóN! No es un medio de transporte, es una forma de vivir... y es una forma de ser Feliz

V´sssssssssssssssss

Juanjo dijo...

Fantantisco, soy motero de toda la vida, recuerdo la anecdota (seguramente muchos la conocereis) de que el tipo va con la moto y detras van unos conocidos enlatados, en esto se cruzan con mas moteros y se saluda, y cuando llegan los del coche le dicen: que famoso eres, hay que ve r la cantidad de gente que conoces....

V'sss para todos y saludos desde Malaga.

MOTOLAGARTOS dijo...

Estimado amigo:
Decir, que aunque tarde, tu articulo me ha llegado por casualidad. Soy Motero, de Vigo, tengo 31 años y 10 en moto, conduzco una Dragstar 1100 y una CBR 600, y me niego por sistema a coger el coche.
Me he sentido tan identificado con tu articulo como todo el resto de compañeros que te han escrito.
La pura verdad en varios parrafos...gracias por hacernos recordar lo que significa montar en moto.
Me he tomado la libertad de colgar en nuestro blog un enlace hacia el tuyo.
Estaremos encantados de recibirte en el nuestro cuando quieras.

www.motolagartos-vigo.blogspot.com

Anónimo dijo...

Hola Miguel,

Felicidades, has conseguido algo más que poner letra a un himno. Conseguir poner letras al sentimiento que millones de moteros sentimos encima de una montura. Felicidades.

Soy Feliz, encima de mi moto, de paquete, y junto a ella, y tú has sabido darle las palabras adecuadas.

DeMálaga

Anónimo dijo...

Os aseguro que incluso uno puede sentirse motero sin haber tenido nunca moto (carnet si eh!) e ir siempre enlatado. Hasta se hacen V's y se facilitan los adelantamientos y no veas que gusto da y sensación de camaradería cuando eso lo agradecen.

Aaaiiinsss! que envidia que dais. A ver si consigo convencer a la santa!

Anónimo dijo...

yo soy una privilegiada,una persona que se siente muy especial,y es que no naci como todos los demas,NACI MOTERA...
eso es algo que me llena de orgullo,que me hace sentir ser mejor persona cada dia,y que hace que mi pareja(motero tambien)este orgulloso de mi.
A nosotros nunca nos ha importado el que diran,nunca nos a parado nada,y despues de unos cuantos accidentes,seguimos encima de nuestras monturas,porque como bien sabe un motero esa sensacion solo la tienes encima de tu moto...
yo si se que es viajar de malaga a murcia para tomar un cafe o ir de malaga a granada solo para tapear,aun soy una novata,pero con mi 250 e demostrado que puedo llegar a donde quiera,pero no solo eso,sino que puedo llegar simplemente porque me gusta y porque me apetece.
Desde aqui quiero darle las gracias miguel martinez porque el mejor que nadie a sabido expresar lo que siente un motero,y por supuesto dar las gracias a todas esas personas que e conocido gracias a mi largo caminar en moto,tanto a los que estan,como a los que no estan....GRACIAS POR HACER DE ESTE MUNDO UNO MEJOR!!

Anónimo dijo...

Felicitarte por tu articulo, es real como la vida misma. Me enorgullece pertenecer al grupo de los moteros.

Anónimo dijo...

He encontrado este articulo por casualidad en una pagina fantastica que es www.motomalaga.com, lo ha puesto un compañero nuestro, y he de dcirte querido Miguel, que has descrito con exactitud todas las sensaciones y emociones que experimentamos, te animaria por favor, que publicases un articulo a cerca de las dichosas "cuchillas" que tenemos en todas nuestras carreteras, las cuales al parecer son muy costosas de cambiar, aunque, los radares parece ser que no son tan costosos, por favor ayudanos y publica algo al respecto. Desde Málaga darte la enhorabuena y las gracias,
saludos y V´ss
Jesusito

Anónimo dijo...

Cuando uno lee cosas como estas solo puede dar las gracias a quien las escribe, gracias por hacerme sentir comprendido(mi mujer no me entiende y mis amigos NO moteros tampoco) y lo mas importante, gracias por hacer entender a quien no siente lo mismo que nosotros que no somos bichos raros, solo somos moteros.

Sigue así y apoyo la idea de Jesusito, explícales lo de las cuchillas...

V´sss desde Málaga(motomalaga.com)

Anónimo dijo...

Muy buen relato, un abrazo y a seguir disfrutando de esos cafes lejanos. V'sss

Anónimo dijo...

Tienes toda la razón, las sensaciones de ir en moto son especiales.
Gracias

Anónimo dijo...

tio tu si que sabes.

Saludos y Vss desde una Harley.

Anónimo dijo...

Sólo se me ocurre añadir:

Bien dicho, man.

Anónimo dijo...

un gran artículo, me siento totalmente identificado...

respecto a lo de la convalidación, yo estoy a favor, para mí fue la puerta que me abrió un mundo con el que soñaba desde la infancia...

ahora, aunque con moto "gorda", la foto que tengo en mi oficina es la de un día con mi varadero125 que me acabó de meter en esto...

V'sssss desde León

Roberto dijo...

Hasta Zaragoza macho!!! que envidia. A mi semanalmente me toca dar la vuelta a la isla (Tenerife), y salvo que le ponga flotadores o me saque la loteria por lo pronto no puedo llegar mas lejos. Eso si, cada vuelta es diferente aunque los caminos sean los mismos.

En cuanto a la pregunta, nunca me imagine por mas que me lo decian que fuera tan cierto la coordialidad entre moteros, asta que lo experimente en mis carnes. Mi carnet A es de Diciembre del 06, y mi Hornet (´05) de Enero de 07. Y salvo en camion (que tambien es habitual el saludo entre conductores, asi como en BUS tambien pasa) nunca antes habia visto tanta camaraderia entre desconocidos. E tenido la mala suerte, o quizas suerte de ya haber probado la dureza del asfalto, y en ese instante nunca me senti tan acogido, mas de 20 motos paradas cerca de mi y otras tantas a las que les obligaron seguir porque ya era peligroso para la circulacion (afortunadamente nada grabe para el cuerpo y por 1000€ los daños materiales reparados).

Bueno, no me lio mas, me a gustado mucho tanto el articulo como los comentarios.
Vs para todos, y con suerte nos vemos algun dia ;)

Anónimo dijo...

Buenas, tengo 45 años, cuando tenía 18 iba con un ciclomotor Mobilette, reconozco que me arriesgaba más de lo debido, (haciendo el tonto para ser más exactos) pasaba como una flecha entre los coches para ir al trabajo y tuve unas cuantas caidas, recuerdo una tomando una curva lloviendo, en plan Mick Doohan tumbando y claro al suelo, yo por un lado y la moto por otro; suerte que no me pasó nada.

Devoraba todas las revistas de motos y soñaba con tener una alguna vez, el carnet siempre fue el impedimento, cuando la convalidación me ilusioné, pero no me decidí a comprarme una 125, recordaba las locuras de joven y me resistía.

hace unos meses hubo reestructuración en el trabajo y el repartidor se ha ido de la empresa, me he ofrecido a coger yo la moto. El primer día fui con el chico repartidor a un lugar tranquilo, para tomar contacto y enterarme bien como van los cambios de marchas. No estuve ni 5 minutos con la moto, me dio pánico, la moto estuvo parada en el garaje de la empresa 2 semanas, hasta que decidí que no podía perder esa oportunidad, estuve 4 días cogiendola en el garaje hasta que tuve valor para salir a la calle con ella, domingos y sábados en días tranquilos. Hoy ya llevo 3 semanas trabajando con ella, es una HONDA CG 125 me la llevo a casa y me encanta conducirla.

Noto que la experiencia del ciclomotor me vale ahora, veo a gente novata (como yo) que deja los pies fuera de los estribos hasta que la moto ha cogido cierta velocidad, cosa que a mi no me pasa. Con las curvas todavía tengo ciertos reparos jejeje la caida que tuve la verdad que siempre la recordé como una pifia digna de no volver a ser cometida; modulo mucho la entrada en curva para no tener que hacer nada “raro” dentro de ella. Así y todo todavía no voy suelto en las curvas.

Siempre que he circulado en coche (23 años de carnet de coche) he estado muy atento a los retrovisores por si viene alguna moto y hacer todo lo posible por no entorpecer su marcha, en esos años sin moto y con espiritu motero, cada saludo de agradecimiento de un motero me llenaba de orgullo.

Perdón por el tocho y gracias por tu artículo.
Rafa.- Canarias
Vsssss a todos

Unknown dijo...

Me siento totalmente identificado pese a llevar solamente 6 meses sobre la moto y 14.200km.

Por un parte considero que la convalidación para el A1 ha permitido a muchos conductores probar este mundillo y, una vez enganchados, sacarse definitivamente el A.

Por otra parte, yo, que sólo tengo el A1 (tengo 16 años), sé lo que cuesta obtener este permiso; porque por si no lo sabíais, las pruebas son exactamente las mismas para el A que para el A1 pero con una moto de menor cilindrada. Así que también me enerva un poquillo que alguien que no haya tenido que examinarse de 4 pruebas pueda conducir lo mismo que yo.

Aún recuerdo el primer saludo en V que me hizo un motero que venía por el sentido contrario de una convencional... me sentí por fin motero.

v'ss

banyut dijo...

Joer, a riesgo de parecer moña, casi consigues que se me salte una lágrima y todo.

Muy bueno.

Anónimo dijo...

Gracias por hacer que se me ponga los pelos de punta todas esas sensaciones las he sentido y la verdad hay que vivirlas seas conductor o paquete... yo como buena conductora me siento feliz encima de mi dama negra uanque por motivos de quirofano la tendre que abandonar durante un año por una caida... Vssssssssssss

Anónimo dijo...

excelente, un poco tarde ha llegado hasta mi, pero te aseguro que no ha perdido la esencia con el paso del tiempo, yo tambien voy con una V-Strom y me pierdo solo de vez en cuando.Un saludo
V y rafagas para todos

LYNX dijo...

Me quito el sombrero chaval, hacía tiempo que no leía ningún artículo sobre lo que significa SER MOTERO tan significativo como este, asi que a lomos de "mi morenita" (Varadero 1000)y peligrosamente cerca de la cincuentena (...jejeje...) solo puedo añadir que...¡...CHAPEAU...!

Anónimo dijo...

Y vuelvo a leer el articulo dos años después,y me sigue enganchando, y me sigue provocando las mismas ganas de coger la guzzi y salir de casa, este ariculo no tiene caducidad ni ha de pasar revisiones a los 10.000, vssss

Panadero dijo...

Ole y ole por tu explicación, soy un motero novato con ganas de serlo desde hace tiempo, y cuando veo mi vespino parada siento una nostalgia enorme.

V'sssss