jueves, 27 de septiembre de 2012

Review Hamer Mónaco XT Archtop Flametop.




                       




¿De dónde salen estas Hamer? 

Los que en los años 80 estuvieran ya fuera del cascarón saben que Hamer es una empresa americana de guitarras que fue fundada a mediados de los setenta por Paul Hamer y que empezó a fabricar auténticos guitarrones desde sus inicios. En los ochenta producían, principalmente, guitarras del tipo explorer y  fliyings, pero el denominador común de todas ellas eran su calidad, siendo consideradas guitarras de boutique por su cuidado montaje y sus esmerados acabados. Pronto se dedicaron a fabricar guitarras de corte más clásico aunque poco ortodoxas.  Recordaréis los que peinéis canas la espectacular “pala” de la serie DMZ de las Kramer de la época. Viendo la foto que a continuación os colgamos entenderéis el porqué del entrecomillado de “pala”.  ¡No era más que la terminación de un mástil de aluminio!






En 2009 Hamer crea la línea de productos XT,  encargada de producir  en Asia  series más económicas, pero  intentando mantener la imagen y semejanza de sus guitarras y bajos made in USA.  Así,  esta  Mónaco XT sería la hermana asiática de la Mónaco Super Pro americana, con la que comparte de forma casi literal todas sus especificaciones salvo en clavijeros y pastillas.  Evidentemente la calidad de los materiales no puede ser la misma, ni siquiera similar, más que nada porque la Mónaco americana cuesta diez veces más que su prima asiática.

La asiática  La americana


































Made in Indonesia                                                                 Made in USA


Ficha Técnica


Cuerpo: Caoba con tapa de arce flameado
Mástil: Encolado de Caoba, tipo "Thin-U"
Diapasón: Palorosa
Trastes: 22
Puente: Hamer Tune-O-Matic   (Tone Pros Tom en la Super Pro USA)
Binding: Amarfilado por el mastil y el cuerpo.
Inlays: Nacarados  Victory - V
Clavijero: Cromado, Hamer Die-Cast. (Schaller en la Elite USA)
Escala: 24 3/4"
Radio 14 ½
Pastillas: 2 Humbucker Hamer Duncan Designed.101 (Seymour Duncan Custom en la Super Pro USA)
Electrónica: Selector de palo de tres posiciones, 2 volumenes y un tono.
Cuerdas: Hamer  0.10 / 46
Acabado: Cherry Sunburst.  (Amber Burst, Aztec Gold, Jazzburst , ó  59 Burst en la Super Pro)










Vista trasera

 

¿Para qué una Hammer?

Digamos que esta Hamer podría aliviar algo  el  GAS  a todos los que quisieran  tener en su arsenal una guitarra tipo “Les Paul” y que no quieren -o no pueden- soltar el fajo de billetes que la gente de Gibson pide a cambio de sus Paulas.

A los que anhelen una guitarra “de marca”  siempre les hará más el peso una Hamer,  una Kramer  o una Charvel  que una Epiphone o una Cort,  por aquello de que las marcas americanas parece que “visten más” que las asiáticas,  consideradas –injustamente, a mi juicio-   segundonas,  por mucho que  la calidad de unas y otras sea  muy similar, máxime cuando los rangos de precios sean similares.  De hecho, muy probablemente las Mónaco XT y las Cort CR   salgan de las misma factoría de  Cort  (el mayor fabricante asiático de guitarras, no lo olvidemos)  en  Indonesia. Una lleva una marca americana en la pala  y la otra una asiática, aunque ambas las fabrique el mismo tipo de ojos rasgados.

Sus competidoras

Esta guitarra entra en competencia con  las gamas medias de la  gente de Fernandes, con su Ravell; las Desolation de Charvel;  las  ART de Ibanez; las Assault de Kramer,  las  Loves Rock  chinas de Tokai;   así como las ya citadas  Les Paul de Epiphone y Cort CR, o incluso podría llegar a competir con las series más económicas de Gibson, como algunas Studio, o las Tribute  económicas de última generación, guitarras que,  aunque suenen a Gibson Les Paul por los cuatro costados y se les suponga calidad de construcción con los estándares de los  Estados Unidos, sus acabados están muchas veces  por debajo de los ofrecidos por estas  parientes asiáticas.

                        

Fernandes Ravell                   Charvel Desolation                                              Kramer Assault




Ibanez ART
Ibanez ART
Cuando me atrevo a decir que  esta Hamer  podría competir con una Gibson,  quiero referirme a que no es descabellado que alguien elija esta Mónaco antes que una Gibson económica,  porque cuesta más o menos la mitad, y  los acabados de esta Hamer son francamente superiores a los de las Gibson de serie “B”.   Para que os hagáis una idea, mi amigo Toni Castilla (siempre presente en todas mis reviews porque el tío es como una enciclopedia de guitarras andante y le doy la vara horas y horas con mis dudas y mis neuras)  me escribió un correo cuando recibió su  flamante Gibson Les Paul Tribute 50 Gold Top en el que redactaba, textualmente:  “he visto latas de atún con mejores acabados que esta Gibson”.  Eso sí… Es una Gibson Les Paul con todas las letras.


En resumen que habrá quien se diga “prefiero pagar trescientos euros más y tengo toda una Gibson” y llevará razón, y habrá el que opine que  “me ahorro trescientos pavos,  tengo una Paula con mejores acabados que la Gibson Tribute  y un sonido muy  parecido” y no tendrá menos razón que el anterior.  También habrá quien defienda que si quieres sonar realmente a Les Paul, no te queda más remedio que pasar por caja y soltar los dos mil y pico de una  Gibson Standard o, como mínimo, los mil y muchos eurazos de una Traditional.  Quizá tampoco le falte razón.  Sabe Dios…

Metidos en materia,  probando alguna de las competidoras que os cito,  y si dejamos al margen las Gibson,  probablemente esta Hamer sea, en cuanto a sonido,  lo más parecido a una Les Paul,  en la línea de las gamas más nobles de las  Epiphone,  las Loves Rock  o  las  Cort… situándose todas ellas  –me refiero exclusivamente a las que montan pastillas pasivas, las otras juegan en otra liga, con las LTD y compañía-  muy cerca las unas de las otras con excepción de la  Ibanez ART, que es más Ibanez que Les Paul y sacrifica la oscuridad  “lespaulera”  a cambio de esa contundente brillantez, rozando a veces la estridencia,  que tanto gusta a los fans de  Ibanez.

La Mónaco se diferencia de sus competidoras más fieles al concepto  Les Paul  (Epi, Tokai, Cort) en que monta un mástil mucho más delgado y más rápido. Hasta que te acostumbras te notas raro,  como  si te montaras en una moto y te pusieran un cinturón de seguridad. Algo no te cuadra: una  Paula de mástil estrecho.


Lo mejor.


  • Acabados.  La mires por donde la mires, tiene aspecto de guitarrón.  Excelente la tapa de arce arqueada, excelente el binding, excelentes los inlays, excelente el logo de la pala que cambia de color al moverlo. La XT crea la ilusión de estar ante una guitarra de gama alta. Viene correctamente ajustada, quintada, trastes limados con esmero, acción baja (que puedes convertir en bajísima en pocos minutos y sin que trastee), presentada en perfecto estado de revista, limpísima  y preciosa de la muerte.

  • Precio.  Imagino que para no perder terreno con la competencia, la política de precios de la gente de Hamer se ha vuelto de lo más agresiva.  Esta guitarra costaba hace un par de años doscientos euros más de lo que cuesta ahora.  Y eso, en esta gama de precios, es muchísimo dinero.  Existe un modelo aún más barato (el que no es archtop-flametop, es decir, el que  no lleva tapa de arce) que incluso en la versión que incorpora un Floyd Rose licenciado es más barata que la Archtop.  En Hamer tiran la casa por la ventana, pero es que las gamas similares  Charvel, Kramer y compañía tenían el factor precio a su favor.  Ahora aún lo tienen,  pero menos.


  • Sonido. Sonidazo. En las tres posiciones.  Probablemente pueda mejorarse la electrónica  y  con unas pastillas  de más alto nivel  esta guitarra rinda más, pero lo cierto es que las  Duncan Designed  101 (la versión asiática de las Seymour Duncan ‘59 Covered) cumplen estupendamente.  El sonido de la posición intermedia es realmente delicioso en limpio,  la pastilla del puente da caña a poco que se la vitamine  y la del mástil  funciona a las mil maravillas en limpios para rollos  jazzy  y todavía mejor  con un  screamer suavito en registros blueseros.  Saturada con ganas,  la Hamer tiene mucho genio y no se queda corta en ningún registro cañero.

  • Tacto: Suavita. Su tiro corto la hace comodísima.  Con 0.10  los bending salen solos. Con 0.9, como te descuides te sales del  mástil por arriba. Es tan blandita que la hacen ideal para pasarse horas y horas practicando sin que acabes con las uñas despegadas y las yemas como el culo de un mandril.



Lo peor.


  • La Funda.  Contrasta con los excelentes acabados de la guitarra.  Sinceramente creo que hubiesen quedado mejor  dándote la guitarra en su caja y sin funda que con esa birria de gig-bag al que no sé cómo han tenido narices de serigrafiarle la marca "Hamer", y además en rojo, para que se vea a la legua.  En la porquería de bolsillo que lleva, con que sólo le metas una correa de lona de las mas finitas,  te cuesta Dios y ayuda cerrar la cremallera.  Han hecho la funda tan justa que  no han previsto ni el grosor  mínimo de la correa. Ya no os cuento si queréis llevar los jacks, o algún juego de cuerdas.

  • El cable.  Lo mismo que la funda.  Si no te ponen cable, pues no pasa nada,  pero si te ponen una birria de cable como el que regalan, te cabreas, y con razón.  Otra birria. Dentro de la caja venía un jack canijo, como de juguete. Debe medir a duras penas un metro, y es enchufarlo y es como si metieras a un chino friendo huevos con muchísimo aceite dentro de tu ampli.  Frsssssssssssssssst.   Srrrrrrrrrrrtttttt. Cuando te mueves, se te aparece un ejército  de hormigas de patas metálicas bailando claqué sobre la reverb y sobre las válvulas. Además, como es tan corto, no sirve ni para amarrar lechugas.  Si  vas a un bolo de esos con muchos conjuntos y le tienes manía a alguien de otra banda, mételo conectando dos de sus  pedales sin que se note mucho.  El pobre se volverá loco dándole leña al Noise Gate. Ésa va a ser la única utilidad que puedas darle.

  • La cejuela.  Es el único pero que le he podido poner a la guitarra después de examinarla a fondo, pero es algo que creo se trata de un accidente puntual que afecta sólo a este ejemplar.  Al tipo que  la ajustaba se le debió escapar la lima o lo que sea que utilizara para ajustar los surcos y  le metió un rascón en un lateral.  Con una lima de uñas creo que lo he disimulado algo. En todo caso, esta guitarra con una cejuela de hueso tiene que mejorar.  El día que me dé el punto la llevo al luthier a que le pongan una de hueso y Santas Pascuas.

Pruebas de sonido.

Os paso este pequeño vídeo, sin pretensiones,  que ya incluí en el hilo de la presentación en sociedad de mi Hamer, en el que se aprecia bastante bien el sonido de esta guitarra.

Está enchufada a un V-Amp II  y de ahí al "Line in" del PC.

En el tramo en limpio utilizo la simulación del Marsall JCM 800 con el gain al 1 y graves, medios, agudos y volumen a las 12, y en cuanto a efectos sólo una puntita de delay

En el tramo medio saturado (minuto 1.15) utilizo la misma configuración más un Joyo Vintage Overdrive, antes del V-Amp, con el pote del drive a las 9, el de volumen a las  9 1/2 y el de tono a las 2.

En tramo distorsionado (1.59) utilizo el simulador del Mesa Rectified, el Gain a las 9 y manteniendo el overdrive y los potes del V-amp igual que antes.



Y aquí un vídeo de Internet con uno que sabe tocar de verdad




Y a los que habéis llegado a leer hasta aquí, felicitaros por vuestro aguante y por vuestra paciencia.  Espero que os haya entretenido. Nos veremos en próximas reviews.