jueves, 7 de mayo de 2009

La noche que el fútbol amó al futbol

Artículo publicado en Vistazo a la Prensa en mayo de 2009
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Voy a rogarles disculpas a mis queridos reincidentes, especialmente a aquellos a los que no guste el fútbol, por dedicar dos semanas consecutivas a hablarles del deporte rey en general y de mi Barça en particular, pero, como todos los barcelonistas, se encuentra quien les escribe en un estado eufórico, ebrio de alegrías y más contento que unas pascuas. Los que siguieran anoche la semifinal entre Chelsea y Barça, hallándose aún este columnista bajo los efluvios del 2-6, comprenderán que un culé como Dios manda no pueda hablarles hoy de otra cosa.

Inciso: si existe alguien que por motivos que no alcanzo a comprender desconoce que el pasado sábado el Barça ganó por 2-6 en el Bernabeu y que anoche, tras un espectacular golazo de Iniesta en el minuto 93, el F.C. Barcelona se metió en la final de la Champions, aquí queda dicho; en parte por informarles y en parte porque es un gustazo recordarlo nuevamente.

No faltarán los que opinen que el Barça no mereció ganar anoche, que el árbitro –malo de narices, en eso estamos todos de acuerdo- le echó un cable al Barça ahorrándose pitar algún penalty y que el Chelsea dispuso de más ocasiones. A estos, darles en parte la razón, pues sin ser ninguno de los penaltys clamorosos, faltas máximas menos claras se han señalado en ocasiones, y bien podría haber determinado el árbitro noruego que las manos de Piqué o las de Eto’o, pese a ser claramente involuntarias, cortaban el progreso de una jugada de gol y haberlas sancionado, lo que, muy probablemente, hubiese dado al traste con las aspiraciones culés y con la desbordada felicidad de este columnista. Pero anoche, el fútbol amó al fútbol y lo premió con la justicia que merecen los que basan su juego en el espectáculo y no en la especulación, los que salen a meter goles –que es en definitiva la esencia del fútbol- frente a los que salen a impedir que los meta el otro y a confiar que en una contra, o en un fallo del contrario, se disponga de alguna que otra ocasión.

Hiddink planteó la eliminatoria ante el Barça racaneando fútbol y el fútbol se lo ha hecho pagar. El Chelsea vino al Camp Nou a frenar al Barça a base de patadas, renunció a la pelota y su objetivo no fue otro que impedir por todos los medios que Messi, Xavi, Iniesta y compañía se acercaran al área con la pelota y así les frieron a faltas con el consentimiento del árbitro que, además, no vio un claro penalty en el área inglesa y se ahorró unas cuantas tarjetas. Con esas credenciales obtuvo excesivo rédito para el partido de vuelta. Aquella noche el Barça dispuso de numerosas ocasiones que no culminaron en gol y el fútbol quedó en deuda con el Barcelona. Anoche le premió con un colofón magnífico, haciendo que el doceavo chute que envió en Barça a la portería de Cech se destacara de los once anteriores que salieron desviados y se colara por la mismísima escuadra, lejos del meta checo y restaurase en tal acto la justicia en la semifinal.

No le gustó a un servidor la rabieta de Hiddink culpando al árbitro de sus males. En parte por la escasa memoria del holandés que parece haber olvidado que árbitros bastante peores que el noruego de ayer echaron escandalosamente -y subrayo lo de escandalosamente porque aquello sí fue un escándalo- del mundial de Corea a Italia y a España cuando éstas se enfrentaran a la anfitriona, la Corea de Hidding y, en parte, porque anoche el Chelsea, ni siquiera jugando contra diez tras la expulsión de Abidal -por una falta inexistente que sólo el árbitro vio, dicho sea de paso- se atrevieron a ir a por el partido, quedándose atrincherados en su área seguros de su fuerza para contener al Barça, perdiendo tiempo y haciendo teatro cada vez que podían, derrochando antifútbol y limitándose a lanzar balonazos cuanto más lejos de su área mejor, esperando el fallo del contrario.

Anoche ganó el fútbol porque éste amó a quien lo ama. Ojalá siempre fuese así.

2 comentarios:

animadora infantil dijo...

Y este próximo 16 de mayo ,hará 30 años que estuve en Basilea,jejeje. Ya nadie se acuerda de las gloriosas remontadas del Anderlecht y se habla solo de BAkero ante el Kaiserlautern...será que nos hacemos viejos?

Miquelet dijo...

Que ja tenim una edat, company....