miércoles, 9 de abril de 2008

El Pisuerga, El Quijote, valletanos y Cantizano.

Artículo publicado en vistazoalaprensa.com en abril de 2008


El indudable inconveniente de llevar más de doscientos artículos escritos en este mismo periódico -al margen de que más de un lector deba estar ya hasta el moño de un servidor, después de cuatro años dándole la murga, ininterrumpidamente, semana tras semana- es que llega un momento en el que a uno se le empiezan a acabar, por haber escrito ya sobre ellos, esos temas recurrentes de los que todos nos quejamos en las tertulias cafeteras con amiguetes, que son, por otra parte, los asuntos con los que un servidor disfruta más escribiendo. Pero me van a permitir mis queridos reincidentes que repita el tema que trataba en mi segundo artículo en estas páginas –corría mayo de 2004- y que titulaba “Mensajes y jerigonzas”, en el cual, además de maldecir la costumbre que tenían –y tienen- nuestros jóvenes de apocopar palabras y ahorrarse letras en sus comunicaciones escritas, especialmente en las cibernéticas y telefónicas vía SMS, ponía en duda su nivel académico, considerando que los de mi generación quizás fuésemos menos espabilados en esto de la vida, pero dominábamos infinitamente mejor la Geografía, la Historia y, por descontado, la Ortografía y la Gramática.

Les proponía entonces el experimento consistente en agarrar a cualquier hijo, sobrino o vecino, de diez o doce años, y preguntarle qué era el Pisuerga, para comprobar que, a menos que el chaval fuese pucelano o de los alrededores, al crío le sonaría el vocablo a chino, excepto que el crío en cuestión fuese chino, en cuyo caso no le sonaría a nada. Recibí el resultado de la prueba de algunos amigos y de varios lectores, confirmando al cien por cien tal hipótesis.

- ¿El Pisuer qué? ¿No será Pikachu?

- No, hijo. Pisuerga. Pi-suer-ga.

- Pues ni idea. Me voy a jugar con la Play.

- Ay hijo… no sé qué me fastidia más, si esa ignorancia o esa indiferencia.

- Pues mira, mamá, ni lo sé, ni me importa…

Y resulta que algunos de esos críos, que entonces tendrían nueve o diez años y ahora cuentan ya trece o catorce primaveras en su particular haber, fueron los protagonistas de un reportaje televisivo en el que unos periodistas decidieron proporcionarnos una buena dosis de vergüenza ajena –cuando no propia, que algún turbado padre vería televisado a su retoño- planteándoles a estos estudiantes -perdón, rectifico, cambien el vocablo estudiantes por colegiales, más que nada por respetar algo la etimología de la palabra-, que lo eran de tercero y cuarto de E.S.O., una serie de preguntas que cualquier mocoso de mis tiempos de bata a cuadros y calzón corto hubiese contestado sin dudar ni un segundo.

¿Quién escribió El Quijote?

Una morenita muy sonriente responde: “Yo sé que empieza por uve”.

Una rubita delgadita: “No me acuerdo”.

Otra morena, muy mona, es más expresiva y suelta un: “¡Hostia, se ma olvidao!

Y cierra el turno de respuestas otra moza con un “¡Uffff! –como diciendo ¡Jo qué difícil!- No lo sé”.

Si a un servidor, no ya en octavo, sino en cuarto de EGB, le llega a preguntar el Hermano Victorino que quién escribió El Quijote, y éste que les escribe llega a soltar un “Hostia, se ma olvidao”, primero, el Hermano Victorino se hubiese santiguado al escuchar “Hostia” ; segundo, bofetón que te crió por tamaña insolencia; tercero, agarrando por la oreja a aquel gafitas, que era un servidor, lo hubiera arrastrado hasta la pizarra, y lo hubiera puesto a escribir mil veces -con perfecta caligrafía- lo de “Soy un cenutrio que no sé que El Ingenioso Hidalgo don Quijote de la Mancha lo escribió Miguel de Cervantes y Saavedra en mil seiscientos cinco”, y otras mil veces “Me abstendré de blasfemar, especialmente en el colegio”, y otras mil más “El participio del verbo olvidar es olvidado, y no olvidao”.

Hablando de participios. Les plantean a continuación a los chavales del vídeo el siguiente enigma, más propio de mentes superdotadas que de meros estudiantes de tercero y cuarto de E.S.O.:

Participio del verbo freír.

Un chavalote con camiseta deportiva y peinado con la raya en medio suelta: “Friendo”.

Una niña con trencitas: “Friendo. ¡¡No!!! Haber freído”.

Uno con chándal de capucha a lo rapper responde mientras se hurga –se lo juro- con un dedo la nariz: “Mi profesora de Castellano me va a matar, pero no …”

La profesora de Castellano dudo que lo mate, aunque a buen seguro anda la mujer al borde del suicidio. No es para menos. Frita –nunca mejor dicho- tiene que estar la pobre.

Está claro que lo de estos chavales no son las letras. A ver qué tal se les da si la pregunta roza la Geografía:

¿Cómo se les llama a los habitantes de Badajoz?

El listillo de turno, el del dedo en la nariz: “No sé, nunca les he llamado”.

La que se acordaba de que Cervantes empezaba por uve, dale con la uve: “Vallecanos, o valletanos”.

Uno que no había salido todavía: “Onubenses”. (Si llega a ser la de antes hubiese dicho Onuvenses, con uve, por su puesto)

Más pragmática, la de la hostia: “¿Badajoces?”.

Parece obvio que tampoco es en Geografía donde más despuntan nuestros escolares y que la profesora de Castellano, a estas alturas, duda entre cortarse las venas o dejárselas largas.

A ver qué tal andan de Historia.

¿En qué año comenzó la Guerra Civil española?

La morenita, muy segura ella: 1975.

La rubita de las trenzas, asegura el tanto: “Siglo XX, ¿no?”

La otra morena -ésta es la mejor-: “¿La primera o la segunda?

Y el de los Onubenses, que en 1942 ó 1966.

Y visto que el rollo académico no les va en exceso, los del programa deciden comprobar qué tal andan de actualidad.

¿Quién es el Ministro del Interior?

El que se hurga la nariz dice que no se acuerda.

La de la uve dice que Camps, que ni siquiera empieza por uve.

Uno nuevo, con piercing en la ceja, primero que Rajoy, luego que Esperanza Aguirre y finalmente que Zapatero.

Solbes, Moratinos y “no me acuerdo” completan la ronda de respuestas.

Parece que no leen mucho –voz en off de la locutora- pero seguro que ven la televisión.

¿Quién es Jaime Cantizano?

Caras de alegría como diciendo “¡¡Por fin una pregunta inteligente!!”

El que se saca mocos, que un presentador de televisión.

La morenita, que es un presentador de Antena 3.

El que confunde pacenses y onubenses, que es el presentador de “Dónde Estás Corazón” y de “A Tres Bandas”.

¿Conclusión?

Ataraxia, mis queridos reincidentes, ataraxia…*

* Nota del autor: Aquéllos de mis queridos reincidentes no familiarizados con las teorías ataráxicas de un servidor, pueden consultar el artículo de la semana anterior titulado, cómo no, “Ataraxia”.

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