miércoles, 6 de febrero de 2008

El PPez que se muerde la cola

Artículo publicado en vistazoalaprensa.com en febrero de 2oo8


La verdad es que un servidor tiene unas ganas locas de que acabe esta campaña electoral y de que pase de una maldita vez el puñetero 9-M, porque, aunque mis queridos reincidentes no lo crean, a este columnista no le gusta demasiado escribir de política, pues se divierte muchísimo más cuando tiene la oportunidad de meterse con los responsables de esos eventos cotidianos que complican la vida a todo hijo de vecino, día sí y día también –tres llamadas telefónicas han conculcado mi inalienable derecho a la siesta esta tarde, fechoría llevada a cabo por Ya punto com y Orange (ésta última dos veces)-, pero lo cierto es que, por mucho que este columnista pretenda instalarse en la más absoluta de las ataraxias en todo lo que respecta a esta campaña, ciertas declaraciones -quiero creer que en clave electoral- de algunos elementos, le empujan a rajar por este teclado para decirles a esos personajes –aunque probablemente no gasten su tiempo en leerme, habiendo, como hay, columnistas que les dan brillo- cuatro cosas bien dichas.

Y es que lo del PP con los catalanes es de Juzgado de Paz -dejemos a los Juzgados de Guardia que se ocupen de los asuntos verdaderamente trascendentes, como las denuncias de famosos a periodistas- porque, de un tiempo a esta parte, no hay día en que desde el PP no nos manden un regalito a los que vivimos en este rincón de la Península. Pasen y vean:

Resulta que hace unos años se fundó una asociación en Málaga, la Asociación Diversidad y Convivencia, con la finalidad de promover las letras y la cultura hispánicas. Resulta que esa asociación propuso a todos los grupos políticos con representación parlamentaria en su entorno, es decir en Andalucía, incluir en sus respectivos programas el fomento de la enseñanza de todas las lenguas cooficiales del Estado –por tanto, lenguas españolas- en las Escuelas Oficiales de Idiomas de Andalucía. El presidente de dicha asociación, quien dicho sea de paso no es catalán, fue durante varios años director del Instituto Cervantes en Dublín y ha ejercido gran parte de su vida laboral como profesor de castellano en el extranjero. Resulta también que el PSOE de Andalucía ha recogido en su programa esta propuesta al considerar que no es de recibo que en las Escuelas Oficiales de Idiomas se estudien idiomas extranjeros pero no pueda hacerse lo propio con los patrios y que no era coherente el hecho de que no existieran centros públicos en los que se enseñaran las lenguas cooficiales. Entre las múltiples ventajas añadidas de esta medida -y escribo añadidas porque ya, de por sí, es una ventaja ampliar cualquier oferta formativa- se apunta el mayor reconocimiento de un patrimonio de todos los españoles, como lo son los idiomas oficiales de sus tierras -tal como predica nuestra Constitución en su artículo 3: “La riqueza de las distintas modalidades lingüísticas de España es un patrimonio cultural que será objeto de especial respeto y protección”-, que proporcione herramientas que faciliten la movilidad laboral y estudiantil de aquellos andaluces que trasladen su residencia a comunidades bilingües o la de permitir a mallorquines, valencianos, gallegos, vascos y catalanes residentes en Andalucía que completen o amplíen los conocimientos de sus lenguas maternas.

Y ante esto aparecen los de siempre, léase Rajoy, Zaplana, Acebes, etc…, poniendo el grito en el cielo ante otra forma más de “romper España”, y se dedican a manipular a la opinión pública vendiendo el mensaje de que esta medida está encaminada a preparar a los andaluces a que emigren, recalcando que lo que es realmente importante es que los andaluces aprendan castellano e inglés, insinuando que esta propuesta va a restar horas lectivas a estos otros idiomas.

Parecen ignorar que las Escuelas Oficiales de Idiomas no forman parte de la enseñanza obligatoria y que aquellos que acudan a estas clases lo harán en sus ratos libres, mientras otros compañeros de clase opten por dar clases de Tai Chi, ir al cine a ver Rambo (o a sentarse con sus parejas en la fila de los mancos), salir a la calle a apedrear gatos, inscribirse en cursos de macramé o matricularse en escuelas no oficiales a aprender sánscrito o swahili.

Parecen ignorar también que desde 1975 se han impartido cursos de catalán en Andalucía en distintos centros no oficiales sin que ningún andaluz se haya convertido al integrismo radical ni se haya inmolado haciéndose estallar botellas de cava catalán atadas a la cintura, y que fue el propio PP el que en los años 90 -en aquellos días en los que Aznar hablaba catalán en la intimidad- respaldó que se enseñara catalán en los diversos centros del Instituto Cervantes de todo el mundo.

No le cabe a uno en la cabeza que lo que trascienda a la opinión pública sea que Chávez quiera que los andaluces estudien catalán por si un día tienen que emigrar a Cataluña. Así, una encuesta aparecida en la edición digital del diario de Cádiz plantea la siguiente pregunta:

¿Qué le parece la propuesta del PSOE-A de ofrecer la posibilidad de estudiar el catalán en Andalucía?

Que no es el catalán, ¡¡leñe!! Que son TODAS las lenguas cooficiales. Así, con ese ejercicio manipulativo, no es de extrañar que la mayor parte de los encuestados respondan que les parece pero que muy mal, porque el catalán es una lengua poco útil.

Y no es que quiera un servidor defender la utilidad del catalán, que fuera de Cataluña tiene la que tiene y punto, pero sí les confieso que me sorprende sobremanera que, a estas alturas, a alguien con dos dedos de frente le parezca mal que se amplíe cualquier oferta formativa, y especialmente la de las escuelas de idiomas, que recordemos que son escuelas a las que la gente acude voluntariamente, en horas no lectivas, a aprender idiomas. ¿Dónde quedó aquello de que el saber no ocupa lugar? ¿No tendrá algo que ver el hecho de que estemos a pocas semanas de unas elecciones? ¿Se hubiera reaccionado igual en el caso de incluir en las propuestas formativas, pongamos por caso, las lenguas bálticas en lugar de las cooficiales?

A nadie se le escapa que, históricamente, el PP en Cataluña no se ha comido un colín en ninguno de los comicios electorales, y que, al paso que van, dudo que vayan a necesitar una calculadora científica para contabilizar la suma de sus votos.

Y es que ya no sabe uno si el PP se apunta al anticatalanismo –que eso siempre vende- para arrancar votos en el resto de comunidades porque es consciente de que en Cataluña tiene todo el “pescao vendío”, o si precisamente son todas esas medidas catalanofóbicas las que hacen que en estas tierras no les vote ni Dios. Es el pez –en este caso el PPez- que se muerde la cola.

También hubiera querido comentarles la afirmación hecha por Arenas de “a los catalanes ni agua”, pero mi firme decisión de mantenerme en la más absoluta de las ataraxias me lo impide, al menos durante esta semana. La semana que viene Dios dirá.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Estoy deacuerdo contigo, no entiendo q de malo puede tener el que un Andaluz, Manchego, Extremeño o lo que sea tenga la posibilidad de aprender otra lengua. A mi me encantaria poder saludar en la lengua materna de mi interlocutor cuando viajo por españa.


Saludos desde Málaga.

Anónimo dijo...

Comparto la opinión de coty y suscribo todo el texto
Un saludo desde A Coruña