jueves, 23 de abril de 2009

Arenas el manipulador

Artículo publicado en Vistazo a la Prensa en abril de 2009

.

Leía estos días en ABC –que incluso a ese tipo de vicios ocultos sucumbe un servidor con cierta frecuencia- que Arenas pide un adelanto electoral que legitime al nuevo presidente andaluz. Si no fuera porque Arenas es abogado habría para ponerlo de ignorante supino -pues la condición de político no garantiza por sí misma conocimientos en Derecho Constitucional- pero siendo jurista don Arenas, y dando por supuesto que su título de Licenciado en Derecho -firmado por el mismísimo suegro de Letizia- lo obtuvo en la facultad y no en una rifa, no voy a poder llamarle ignorante, así que me veo obligado a buscarle otro adjetivo, tarea nada fácil cuando uno pretende describir una conducta zafia pero debe hacerse con el suficiente tino como para que no le llueva a uno una querella, por mucho que el calificativo en cuestión se halle más cercano a la definición que al insulto.


Consultado mi amado diccionario de la RAE, creo poder llamar a Arenas manipulador, con todas las letras, ateniéndome a la tercera acepción del vocablo que define la acción de manipular como Intervenir con medios hábiles y, a veces, arteros, en la política, en el mercado, en la información, etc., con distorsión de la verdad o la justicia, y al servicio de intereses particulares.

Porque –además de confundir cínicamente al electorado- es manipular el hecho de afirmar que el ya presidente Griñan no cuenta con la legitimidad de las urnas y el señor Arenas lo sabe. Sabe perfectamente que los ciudadanos votamos a nuestros diputados, consejeros o concejales y son éstos los que eligen a nuestros presidentes, presidentes autonómicos y alcaldes. Y desde el primero hasta el último, todos los cargos electos están legitimados por las urnas, por mucho que a don Arenas le chinche que su partido haya sido incapaz de ganar ningunas elecciones autonómicas en Andalucía.


Arenas cuando no sabe ganar al tute rompe la baraja, seguramente creyendo que son los naipes los culpables de su fracaso, sin pasarle por la cabeza que quizás el problema no resida ni en la sota de oros ni en el as de bastos, sino en su habilidad como político o, casi mejor, en la ausencia de ésta.


Porque lo que sí es un dato objetivo es que Arenas está abonado al fiasco electoral reiterado en su tierra, que su pose de señorito –por algo será- no cala en el electorado andaluz y que peor que perder, es perder y no poder culpar a otro. Y al manipulador de Arenas ya no le quedan excusas. Las gastó casi todas con el 11-M.

No hay comentarios: