miércoles, 18 de febrero de 2009

Mentiras arriesgadas, o el título del Doctor Wyoming

Artículo publicado en Vistazo a la Prensa, en febrero de 2009
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Para que una mentira se propague como si fuese verdad, sólo hacen falta dos cosas. Uno, llamémosle “A”, que la suelte, y otro, llamémosle “B”, que se la crea. Cuando “B” la suelte de nuevo, ejercerá a su vez de “A” y otros “B” se convertirán en nuevos “A” que convencerán a nuevos “B” y, en lo que canta un gallo, media España asegura haber visto el perro, la mermelada, a Ricky Martin con cara de circunstancias y a la Gemio, sulfurada, dando paso a la publicidad. Si no saben de qué les hablo, tecleen “mermelada + Ricky Martin” en Google y descubrirán una de las leyendas urbanas más surrealistas y más morbosas de los últimos tiempos, que necesitó incluso de desmentidos oficiales de alguna cadena de televisión, que, sin comerlo y ni tan siquiera lamerlo, se vieron envueltos en una polémica a causa de algo que no sucedió.

Cuando una mentira se transmite en directo desde una emisora de radio ocurren dos cosas. La primera es que se propaga de inmediato y la segunda que, una de dos, o el periodista que la transmite es un inepto porque no comprueba la veracidad de lo que cuenta, o que a sabiendas mete una trola, con lo cual se convierte en un embustero y en un manipulador.

En todo caso, el radiopredicador de la COPE ejerció o bien de inepto, o bien de embustero y manipulador, o bien de las tres cosas juntas el pasado jueves cuando intentaba criticar al Gran Wyoming, quien estos días, a costa de las ganas que le tienen algunos periodistas de cierta tendencia y los puyazos que pretenden asestarle, está experimentando un considerable aumento de audiencia en su programa televisivo de La Sexta, y, lo que es mejor, está dejando retratada la incompetencia y/o la manipulación alevosa que llevan a cabo ciertos periodistas una y otra vez. Y es que para meterle caña a Wyoming y no perecer en el intento hay que ser grande y el radiopredicador es, sólo hay que verlo (o escucharlo), bastante cortito, como mínimo de talla.

Después de que Wyomming les colara el golazo por la escuadra a Horcajo y a Intereconomía, máxime cuando Gallardón apareciera en El Intermedio felicitando a Monzón por su gol, el radiopredicador, en su línea habitual, empezó a dar estopa a Monzón, llegando un momento en el que abiertamente se preguntaba si habría finalizado o no la carrera de Medicina, a lo que el tertuliano habitual de la COPE, el eurodiputado del PP Luis Herrero, ejerciendo de “A”, afirmó que no llegó a terminarla, instante en el que el radiopredicador, ejerciendo de “B”, congratulado con la noticia, siguió refriéndose a Wyoming como “estudiante”, “médico fallido”, “aprendiz”, “fallido doctor Monzón”, recomendándole al de La Sexta que acabe la carrera de una vez.

Así, en la edición de ese mismo día de El Intermedio, y tras emitir el corte de audio en el que Federico Jiménez (un servidor obvia el segundo apellido por considerarlo antitético con su propietario) afirmaba que Wyoming no era médico tal y como presumía, aparece Wyoming y dándole suspense al momento, y respondiendo a la pregunta de su compañera de plató sobre si era o no médico, descolgándose Wyoming con el siguiente discurso:

“Luís Herrero es un insigne periodista y un prestigioso eurodiputado. Yo creo que se puede confiar más en él que en la Facultad de Medicina de la Universidad Complutense”, hecho lo cual muestra a cámara su título de Licenciado en Medicina y Cirugía expedido por la Universidad Complutense y firmado por el mismísimo suegro de Doña Letizia, demostrando, una vez más, la manera de hacer periodismo de ese señor bajito y faltón de la COPE.

Que Monzón sea o no médico, es del todo intranscendente. Sólo pone de manifiesto el rigor periodístico del que se provee el radiopredicador cuando se trata de meterle caña al adversario. Así ocurre luego lo que ocurre: que miles de “B” reciben noticias falsas y creen en ellas a pies juntillas porque aparecen en medios importantes. Así el ácido bórico fue un explosivo, ETA estuvo detrás del 11-M e Irak estaba repletito de armas de destrucción masiva, porque lo dijo el radiopredicador, o porque lo afirmaba el del picardías rojo, o porque estaba convencido de ello el señor del bigote que no dejó embarazada a la ministra francesa.

Cuando Wyoming miente, le castiga la Asociación de la Prensa (recuerden el vídeo de la falsa bronca y la reacción de dicha asociación) pero cuando miente la COPE les castiga Dios, aunque luego Rouco les perdone.

Sin duda, el anterior párrafo es lo mejor de todo el artículo. Muy a mi pesar he de confesarles que no es mío. También es de Wyoming. Del Gran, Gran Wyoming. Que sigan, que sigan los bajitos dándole caña. Lo que nos vamos a reír.

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